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20 ABRIL 2021

Las sociedades modernas se enferman por falta de sueño

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El insomnio y un tratamiento enfocado en “Dormir mejor.”

El insomnio es la dificultad para iniciar y/o mantener el sueño, o despertar precozmente, a pesar de que existen adecuadas circunstancias y oportunidad para el mismo. Se acompaña de síntomas diurnos como fatiga, somnolencia, déficit atencional, dificultad para concentrarse, cambios en el humor, irritabilidad, disminución de la motivación, problemas de conducta (sobre todo en niños), familiares, socio laborales con propensión a errores o accidentes, en incluso se transforma en una preocupación central la falta de sueño.

Se estima que afecta entre el 25% y 35% de la población mundial. En general el paciente con insomnio presenta un estado de hiperalerta/hiperactivación cognitiva durante las 24 horas del día, con cambios fisiológicos a nivel cerebral y autonómico.

El insomnio puede ser un factor de riesgo para algunos trastornos psiquiátricos, y a su vez la expresión precoz de un trastorno de esta índole. Además, su causa puede estar relacionada con diferentes condiciones clínicas como enfermedades pulmonares, gástricas, prostatismo, hipertiroidismo, diabetes, diferentes tipos de dolor, enfermedades cardíacas, Parkinson, epilepsia y menopausia. Casi todos los desarreglos médicos y psicológicos generan alteraciones del sueño y viceversa, pudiendo exacerbar y ralentizar la curación.

El diagnóstico es fundamentalmente clínico, donde se investigan:

  • Factores ambientales
  • Hábitos y rutina del sueño
  • Tratamientos previos con o sin fármacos
  • Eventos traumáticos

En algunos casos puede requerir la realización de estudios complementarios.

Es importante diferenciar la privación o falta de sueño voluntaria o impuesta ocasional y la queja de dormir mal esporádicamente, que no presentan repercusión funcional importante a lo largo del día, con el insomnio crónico que sí lo presenta.

TRATAMIENTO COGNITIVO CODUCTUAL

El tratamiento del insomnio crónico está enfocado en la integración de los factores que perpetúan el mismo. En la actualidad, existen fármacos eficaces para inducir y mantener el sueño, deben ser utilizados en monoterapia, a la menor dosis posible y durante períodos cortos o de forma intermitente “a demanda”. Dicho tratamiento farmacológico siempre debe ir acompañado del tratamiento cognitivo-conductual (TCC).

El TCC es el tratamiento de primera línea para el abordaje del insomnio, contribuye a mejorar las dificultades para conciliar y/o mantener el sueño, o el despertar precoz. Un aspecto importante del TCC es fijar metas realistas acerca del sueño. Por eso, en primer lugar, hay que considerar que nadie duerme bien todos los días y que es frecuente que un individuo encuentre dificultades para dormir en situaciones de estrés. El objetivo de la intervención no es restituir el sueño al estado “normal” y dormir 8 horas diarias continuas, sino mejorar la calidad del sueño, es decir, DORMIR MEJOR.

Los principales componentes del TCC son:

  • La higiene del sueño
  • La restricción del tiempo en la cama
  • El control de estímulos
  • La reestructuración cognitiva
  • Las técnicas de relajación (la relajación muscular progresiva)

El TCC consiste en identificar las creencias disfuncionales que tiene la persona acerca del sueño como: “tengo que dormir 8 horas seguidas”, “cuando no puedo dormir, tengo que permanecer en la cama despierto hasta lograrlo”, “si consigo cansarme, me dormiré más fácilmente”, “la única manera de lograr dormir es tomando pastillas”, “el insomnio no me deja disfrutar de mi vida”, "dormir es una pérdida de tiempo", para luego cuestionar su validez y sustituirlas por otras más adaptativas.

Además, se incluyen cambios en la conducta para que la cama, la habitación y la noche se vuelvan a asociar al sueño, y dejen de estar relacionados con la activación y la vigilia. Algunas de las modificaciones conductuales para la resolución del insomnio son:

  • Reducir el tiempo en la cama
  • Levantarse todos los días a la misma hora
  • No irse a la cama hasta no tener sueño
  • No quedarse en la cama si no se puede dormir

Lograr un descanso reparador es fundamental para el bienestar biofísico y psicológico. Por eso, nuestro objetivo es que la persona que consulta logre adquirir herramientas para que, ante nuevas situaciones de estrés o épocas de mal sueño, pueda reajustarse y prevenir que el insomnio se instale como parte de su vida.

En INECO contamos con médicos especialistas en medicina del sueño y ofrecemos un programa cognitivo conductual, tanto en formato individual como grupal, que consta de 8 sesiones en el que se aprenden y se ponen en práctica las estrategias mencionadas.


Dr. Roman Torri, Dra. Flavia Silvina Perone, Ps. Ma. Pía Dacharry - INECO Neurociencias Oroño